AYUDANDO
A EDUCAR
LOS
ADOLESCENTES: JOVENES DIVERGENTES
4
CLAVES IMPORTANTES
Cuándo
no te pones de acuerdo con tu hijo-a ¿Qué suele ocurrir?
-
Discutís, os enfadáis… y no se resuelve el problema. Al poco tiempo volvéis a
estar en la misma situación y vuelve a pasar exactamente lo mismo.
Consecuencia:
Distanciamiento y falta de confianza.
CLAVE 1.
TENER CLARIDAD en las normas importantes
Es
fundamental saber qué es lo que quiero que mi hijo haga y que es lo que no
quiero. Es importante que nosotros lo tengamos claro y no cambiemos de opinión.
Cuando
los niños son pequeños, no hay problema porque obedecen sin más, Cualquier
estímulo es bueno, suelen ser obedientes (casi siempre).
Pero
a partir de los 8-9 años ya empiezan a rechazar sus referentes y a cuestionar.
Están en el proceso de crear su propia identidad.
(recordáis
cuando los niños de pequeños tiran cosas al suelo, a los huecos, etc para ver
lo que ocurre (están explorando el mundo), pues algo parecido ocurre en los
pre- adolescentes, en este caso están afianzando su personalidad al oponerse a
nuestros deseos hacia ellos,
Tenemos
que tener claro que las normas que les pongamos deben ser claras, cortas y
perfectamente recordables.
Establecer
pocas normas (de dos a tres), las llamamos normas Inquebrantables, estas
no se pueden incumplir de ninguna manera, estas nos hablan de los valores que
tenemos en cada familia.
Todas
las demás normas deben ser negociadas y/o negociables.
Recordad
que si a un adolescente le damos cancha de opinión, podemos llegar a acuerdos,
si llegamos al “porque lo digo yo” este será el principio de un gran conflicto,
además de desacreditarnos ante ellos: habrán descubierto que no tenemos
recursos y lo peor de todo es que aprenderán a actuar así ( es lo que se ha
venido a llamar neuronas espejo.
Pregunta:
¿Y en padres separados en los que alguno de ellos para ser mas guay pasa de las
normas o no se pueden llegar a acuerdos?
Frente
al desacuerdo, pensad que es mejor que tengan algunas que ningunas. Tampoco es
necesario tener las mismas normas. Recordad que las normas les dan seguridad,
pero deben ser pocas y el resto negociadas. El tiempo os dará la razón. Si no
hay normas básicas el resultado antes o después es el caos.
DINÁMICA
1:
Pensad en 30 segundos, cuáles son aquellas normas verdaderamente importantes,
las inquebrantables que vuestros hijos deben cumplir y no son negociables,
recordad que solo 2 o 3 no más.
Puede
ser no insultar, no pelearse con sus hermanos, ayudar….
CLAVE
2. CENTRARNOS EN CONSEGUIR LO QUE
QUEREMOS Y EN LO QUE NO QUEREMOS.
Lo primero que vamos a hacer es continuar con
la reflexión. A continuación, vamos a hacer otra dinámica corta:
DINÁMICA
2. En treinta segundos vamos a escribir que queremos que hagan nuestros hijos o
como queremos que se comporten.
Que
no chille,
Que
no se pelee con su hermano
Que
no me discuta…………
Algunos
lo habrán puesto en positivo, pero la mayoría, sin saber exactamente porque, lo
hacemos en negativo. Sale el NO.
Vamos
a hacer un ejercicio muy sencillo: Yo os digo que no quiero que penséis en un
elefante rosa. Se que el 99% se han imaginado un elefante rosa a medida que yo
decía que no pensarais.
¿Por
qué ocurre esto?
Porque
el cerebro solo sabe pensar en positivo, por explicarlo de alguna
manera,
Inciso:
En la lengua de signos, el verbo siempre va al final, para que no se olvide
cual es la acción, porque el cerebro tiende a quedarse con la última parte, es
un poco simple.
Y
porque en lo que te centras se expande. Si nos centramos en lo que no queremos
que hagan y lo verbalizamos, nuestros hijos lo hacen más.
Pregunta:
¿Y cuando les digo todas las noches, a lavar los dientes y no hay manera, y lo
digo en positivo?
En
algunas cosas hay que establecer rutinas porque esas acciones no les producen
recompensas inmediatas (rutinas para aprender a hacer pipí, para dormir o para
lavarse los dientes y si las relacionan con consecuencias placenteras para
ellos mejor (el cuento después de lavar los dientes, un rato de tele….
Por
tanto:
-
hemos de comunicarles todo aquello que queremos en positivo, es decir:
No
quiero que te pelees con tu hermano = Quiero que busquéis soluciones
Es
que no estudias = Prueba a hacerlo poco a poco no todo de golpe, yo te ayudo
-
Nunca debemos aseverar atribuyendo comportamientos a manera de ser:
Eres
un desordenado, eres un marrano….
Hoy
has dejado desordenada tu habitación, seguro que mañana lo haces mejor, te diré
como.
-
Felicitar cada vez que haga algo bien, sin caer en la ñoñería y sin que nuestro
lenguaje no verbal nos delate. Son niños, pero no tontos.
Pregunta:
¿Yo lo hago, pero no me hace caso? Si llevamos actuando
durante mucho tiempo de una manera, no podemos esperar que ellos se lo crean a
la primera. Su cerebro espera confirmación otras veces más, las primeras
piensan que nos ha dado algo, hemos bebido o fumado.
DINAMICA
3: Vamos a pensar cinco cosas por las que regañamos continuamente y que cuando
las hacen bien no los hemos felicitado de forma explícita. (30 segundos)
CLAVE
3. ENTIENDE ANTES DE SER ENTENDIDO
Debemos
tratar de entender por qué nuestros hijos no quieren o quieren hacer algo, es
tan fácil como preguntar. Si no se obtiene respuesta podemos probar
explicándoles por qué es importante para nosotros.
Entender
por qué quiere un móvil, llegar tarde… exponer nuestro punto de vista y llegar
a un acuerdo.
DINAMICA
4: En 30 segundos, piensa en tres cosas que te ha pedido tu hijo-a y has dicho
que no sin intentar entenderlo
Si
esas cosas no atentan contra las normas inquebrantables, deberíamos ponernos de
acuerdo y escuchar su opinión.
Así
les enseñamos a dialogar (recordemos las neuronas espejo, son las responsables
de la empatía en el ser humano)
CLAVE
4. EMOCIONES. NOS RELACIONAMOS DESDE LA
EMOCIÓN
Cuando
sube la emoción baja la inteligencia (razonamiento)
Cuidado
con las emociones, cuando solucionamos un conflicto desde la emoción,
normalmente el enfado, lo que obtenemos es el resultado de la ira y queremos
hacer pagar al otro por aquello que nos enfada. ERROR. Esto solo nos devuelve
resentimiento y no soluciona el problema a largo plazo. Al contrario, cuando
suceda algo parecido la respuesta del niño va a ser la misma, porque su cerebro
solo recordará el resentimiento que experimentó.
Los
preadolescentes saben mucho de esperar el momento oportuno atendiendo al estado
de ánimo de los padres. Esperan que estemos contentos para pedirnos algo y si
nos ven enfadados no nos dirigen la palabra. Seguro que lo habéis experimentado
en alguna ocasión.
Por
tanto:
-
Debemos actuar cuando estemos emocionalmente estables, nunca con el
enfado. Así lo debemos comunicar a los niños.
-
Debemos responder ante el conflicto con la búsqueda de soluciones no de
culpables (disciplina positiva).
-
Tratarlos siempre desde el respeto, nunca dejar de manifiesto nuestra
superioridad. Recordad que es mejor la autoridad que el autoritarismo. (no hace
falta gritar)
-
No hacerles sentir culpables del error (la mayoría de veces no son
conscientes del daño que pueden hacer), invitad a que identifiquen el daño, lo
compensen y busquen soluciones.
NO
SOMOS PERFECTOS, PERO SI QUEREMOS LO CONSEGUIREMOS. Y MUCHAS VECES NO LO HAREMOS
BIEN.
APRENDEREMOS
A PERDONARNOS
Y
A
AMAR A NUESTROS HIJOS
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