Concepto
de orientación educativa
Desde los momentos iniciales en que
los centros de orientación educativa comienzan su actividad, se empiezan a
delinear dos modos de interpretar la orientación. Según el primero, la función
de la orientación consistía en facilitar elecciones y decisiones prudentes
relacionadas con la vertiente profesional y vocacional que tendrá́ un gran
desarrollo posterior. El segundo, se centraba en los
desequilibrios mentales, con lo que se inicia una corriente que busca la causa
de los problemas emocionales y que intenta promover la adaptación o la salud
mental de los individuos. Este enfoque dará́ lugar a la práctica de la
psicoterapia y de la psicología clínica.
Estos dos modos de interpretar la orientación
educativa pronto se hicieron complementarios, pues los problemas de uno y de
otro se presentan frecuentemente relacionados. Una definición comprensiva de la
orientación que recoge ambas interpretaciones afirma que el objetivo de la orientación
educativa es facilitar elecciones prudentes de las que depende el
perfeccionamiento ulterior de la persona.
En un principio la orientación
escolar se entendía en un sentido clínico o asistencial, es decir, como una
ayuda que se prestaba a los alumnos con problemas emocionales y/o de
rendimiento escolar. Otra función que asumía consistía en orientar a los
alumnos en ciertos momentos críticos hacia aquellos estudios y profesiones más
acordes con sus aptitudes y rasgos personales.
Pero este modo de entender la orientación
educativa era muy limitado. La orientación sigue teniendo como tarea importante
el prestar ayuda a los alumnos que presentan problemas emocionales o que
encuentran dificultades en sus aprendizajes, pero la tarea principal consiste
en que el orientador centra su preocupación en todos los alumnos con el
objetivo de conseguir la mayor eficacia en los objetivos del centro. El
objetivo de la orientación, pues, consiste en la prevención de problemas y en
el asesoramiento para conseguir la mayor eficacia en las tareas educativas.
Ahora, las tareas orientadoras se
dirigen también a los profesores, a los padres y a la propia institución
escolar para asesorarles en sus tareas educativas e instruccionales. Así́, de
un modelo clínico o asistencial se ha pasado a un modelo preventivo, llamado también
educativo o institucional.
El
concepto actual de orientación educativa puede ser entendido como un proceso de
asesoramiento o ayuda, integrado en el proceso educativo, que se ofrece a los
alumnos para alcanzar sus objetivos educativos, para resolver los problemas que
se encuentran en su entorno y para conseguir su desarrollo personal y su integración
en su vida comunitaria, y en la que tienen lugar 3 áreas:
1.
Orientación escolar: tiene como objetivo asesorar a los
alumnos para actuar de modo responsable en su proceso educativo, autorregular
sus aprendizajes y asesorar y colaborar con los padres y profesores para
conseguir mayor eficacia y calidad en el proceso enseñanza–aprendizaje.
2.
Orientación vocacional y profesional: su objetivo es ayudar a
los alumnos en el desarrollo progresivo de sus capacidades e intereses, en el
conocimiento de las demandas laborales y en la toma de decisiones sobre los
estudios y profesiones.
3.
Orientación personal: tiene como objetivo ayudar a los alumnos
en su desarrollo personal y de modo más específico ayudarles a conseguir un
conocimiento real de sí mismos con sus posibilidades y limitaciones, que les
permita desarrollar estrategias para la prevención de problemas. Y junto a
ello. una atención individualizada cuando se presentan alumnos con problemas emocionales
o con necesidades educativas especiales.
Principios
de la orientación educativa
Miller
señala los siguientes:
1.
La orientación es para todos los alumnos: todos los alumnos necesitan ayuda y
no solo aquellos que presenten problemas.
2.
La orientación es para alumnos de todas las edades: debe empezar cuando el niño
entra en la escuela y proseguir hasta la finalización de sus estudios. Aunque
se han identificado con más facilidad en secundaria, la orientación en los
niveles elementales es muy valiosa porque es en ellos donde el orientador puede
hacer uso eficaz de las medidas de prevención.
3.
La orientación debe aplicarse a todos los aspectos del desarrollo del alumno:
debe abarcar al alumno en su totalidad y dirigirse hacia su desarrollo físico,
mental, emocional y social.
4.
La orientación alienta al descubrimiento de uno mismo: debe ayudar al alumno a
comprenderse a sí mismo y a realizar los cambios necesarios para su
desarrollo.
5.
La orientación debe de ser una tarea cooperativa en la que se comprometan el
alumno, el padre, el profesor, el director y el orientador.
6.
La orientación debe ser considerada como una parte principal de un proceso
total de la educación.
Sampascual,
Navas y Castejón han puntualizado los siguientes principios sobre los que debe
estar basada la orientación educativa:
•
La orientación debe dirigirse a todos los alumnos y no solo a los que tienen
necesidades educativas especiales.
•
La orientación debe ser continua y sistemática a lo largo de todo el proceso
educativo.
•
La orientación educativa es una tarea interdisciplinar que implica a todos los
miembros de la comunidad educativa.
•
La orientación debe atender a todas las necesidades del alumno (de
personalidad, afectivas, intelectuales…) y abarcar todos los aspectos del
desarrollo.
•
La orientación ha de ser comprensiva con las diferencias individuales.
Objetivos
y Funciones de la Orientación educativa
Objetivos
La actividad del orientador debe ser
desempeñada en la escuela. Es una actividad compleja que abarca múltiples
tareas: asesoramiento, colaboración con los profesores en las actividades
educativas del centro… estas tareas se pueden sistematizar en torno a 6
objetivos principales:
1.
La colaboración con todos los estamentos de la institución escolar,
fundamentalmente con los profesores, directores y padres para conseguir la
mayor eficacia posible en la consecución de los objetivos educativos. Este es el
objetivo primordial de la orientación educativa.
2.
Un conocimiento completo de los alumnos, de sus características personales y
sociales, de sus intereses, capacidades, actitudes, motivos e intereses, de
manera que le permita emitir un diagnóstico de sus cualidades personales y de
predecir sus posibilidades educativas y profesionales.
3.
Ayudar a los alumnos a que tomen conciencia de sus características y de sus
posibilidades intelectuales para que se esfuercen por obtener un rendimiento
escolar satisfactorio, un desarrollo constructivo de su personalidad y un
ajuste o adaptación escolar, familiar y social.
4.
Identificar a los alumnos excepcionales para facilitar sus aprendizajes y
cuando sea necesario, estudiar, diseñar y desarrollar programas de intervención
adaptados a sus necesidades.
5.
Planificar, organizar y desarrollar programas de información y de orientación
vocacional y profesional que ayuden a los alumnos a decidir sobre los estudios,
itinerarios formativos y profesiones en función de sus características y
cualidades personales.
6.
Establecer y mantener relaciones e intercambios con otros centros educativos y
de orientación para conseguir un apoyo mutuo.
Funciones
Relación
con los alumnos
a)
Diagnóstico
La primera función del orientador es
el diagnóstico, lo que implica una exploración completa de los escolares y de
su contexto con la finalidad de conocerlos para ayudarles a comprenderse a sí
mismos y a resolver sus problemas y para poder predecir sus posibilidades
educativas. El contenido de ese diagnóstico puede ser más o menos amplio y más
o menos detallado, pudiendo abarcar cuatro áreas.
Del
área biológica, aunque su función no es competencia del orientador, interesa
conocer las disfunciones o enfermedades que pueden afectar a su conducta y a su
rendimiento.
Del
área psicológica interesa conocer las características cognitivas y de
personalidad del alumno.
Del
área psicopedagógica interesa conocer la trayectoria escolar del alumno, su
nivel de competencia curricular y los contenidos o materias en los que encuentra
dificultades de aprendizaje. También su dominio de las técnicas instrumentales
de aprendizaje (lectura, escritura y cálculo), sobre todo en los primeros años
escolares, y el conocimiento y uso que hace de las estrategias y de las técnicas
de aprendizaje.
Y
del área ambiental o contextual interesa también un conocimiento de su contexto
escolar, familiar y social.
b)
Asesoramiento
Tiene como objetivo ayudar al alumno
a conocerse a sí mismo para facilitar su toma de decisiones. Esta función debe
abarcar tres dimensiones. La dimensión escolar debe ofrecer ayuda para aclarar
o ampliar el conocimiento que el alumno tiene de sí mismo, de sus características,
posibilidades. para que de un modo consciente y responsable desarrolle
actitudes positivas hacia el estudio.
La dimensión vocacional y
profesional debe asesorar sobre programas de orientación vocacional y
profesional para que puedan tomar decisiones sobre sus estudios y profesiones
de acuerdo con sus características personales. Y la dimensión personal debe
ayudar a que los alumnos consigan un desarrollo constructivo, de su
personalidad y un ajuste o adaptación escolar, familiar y social.
En relación con la tercera dimensión,
dos funciones del orientador que superan el marco del asesoramiento son
importantes. La primera es la atención individualizada cuando se presentan
alumnos con problemas emocionales o con necesidades educativas especiales. La
segunda se refiere a la conveniencia de idear actividades o programas
orientados al desarrollo de actitudes y de habilidades comunicativas y de relación
interpersonal y social para favorecer su integración en sus ambientes
habituales.
La función de asesoramiento del
orientador consiste en ser un consejero, el ofrece ayuda, pero es el alumno
quien decide. Un factor clave está en la calidad de la interrelación personal
entre el orientado y el orientador.
El
orientador educativo
Cualidades
y competencias
El orientador educativo ha de ser un
especialista que necesita preparación y experiencia psicológica y educativa. No
está claro cuáles son los estudios previos que debe poseer, si especialista en
psicología, pedagogía o psicopedagogía.
Tal vez la solución idónea pueda
estar en que son los estudios de psicopedagogía los que teóricamente pudieran
constituir el punto de partida para el desempeño de las funciones de
orientador. Además de los conocimientos psicológicos y pedagógicos necesita
conocer qué es el asesoramiento, y junto a ello se requiere alguna experiencia
previa.
Con
respecto a los conocimientos y competencias para asumir las tareas con
eficacia, Coll las agrupa en cuatro grupos:
1)
un profundo conocimiento de todos los factores implicados en la planificación y
desarrollo del proceso enseñanza– aprendizaje,
2)
ser un experto en la actividad de asesorar
3)
conocer las características de la institución escolar y del sistema educativo
4)
ser un experto en la detección de los alumnos con necesidades educativas y en
el tratamiento especializado de las misma
En
cuanto a las cualidades, según Rogers el orientador debe reunir las siguientes:
1)
debe ser una persona sensible a la relación humana
2)
debe ser una persona objetiva
3)
debe tener una actitud auténticamente receptiva y respetuosa
4)
debe tener una sólida preparación psicológica y una práctica supervisada en la
que haya habido oportunidad de hacer una crítica detallada y una evaluación por
parte de personas cualificadas.
La
relación orientadora
La
eficacia de la orientación depende de muchos factores. Tyler y Repetto destacan
como punto clave de esa eficacia la relación entre orientador y alumno. Tayler
afirma que, para asegurar la calidad de este encuentro, el orientador debe
actuar de acuerdo con tres principios. En primer lugar, debe sentir un interés
sincero y autentico por cada alumno, tal como este es, que el alumno tenga la sensación
de que se le atiende. Segundo, el alumno debe poder confiar en el orientador y
sentirse seguro de su colaboración siendo el elemento principal la confianza. Y
tercero, debe tener presente que la relación entre el orientador y el
orientado es limitada en muchos aspectos.
Repetto señala que el factor central
de la orientación es la relación que se establece entre orientador y
orientado, y concreta 3 cualidades actitudinales necesarias en el orientador.
La congruencia significa la capacidad del orientador para entrar en contacto
directo con la persona, esto equivale a una actitud abierta y receptiva. La comprensión
empática consiste en ser capaz de sentir y comprender las experiencias internas
del orientado. Y la aceptación incondicional significa considerar y valorar al
orientado como una persona, independientemente de su conducta particular, con
ausencia de juicios o de valoraciones.
Instrumentos
de orientación educativa
Para
el diagnóstico de las capacidades mentales pueden utilizarse desde las
tradicionales pruebas psicométricas, individuales y colectivas hasta
las centradas en los procesos, en el potencial y en las estrategias de
aprendizaje que en las aptitudes.
Para
el diagnóstico de los rasgos de personalidad, puede hacerse uso de las pruebas
de personalidad, que nos permiten obtener datos sobre distintas variables como
la motivación, introversión, extroversión.
Para
el diagnóstico de su desarrollo vocacional y de su perfil profesional,
cuestionarios e inventarios de actitudes e intereses profesionales. Y junto a
ello, escalas de observación y de evaluación y técnicas sociométricas que
permiten obtener un perfil completo del alumno.
Un
lugar destacado lo ocupa la entrevista individual, elemento clave del proceso
orientador tanto en la fase de recogida de información como en el momento de la
ayuda o consejo al estudiante.
Toda
la información obtenida debe ser organizada en fichas u hojas de registro
acumulativo. Una observación sumamente importante es que en determinados
momentos nos encontraremos con un gran número de datos numéricos. Pero estos
datos no nos deben llevar a clasificaciones de los alumnos. García Yagüe dice
que no se deben utilizar los test y las estadísticas cuando hay que tomar
decisiones graves ni se debe definir a los alumnos de manera que pueda tener
repercusiones sociales para ellos. Las aptitudes no son los únicos factores
determinantes del rendimiento y no deben ser la única base para la predicción
del éxito o fracaso escolar ni para la elección de un tipo de estudios.
Los
servicios de orientación educativa
Desde una función asistencial se ha
pasado a una actividad de asesora- miento y de colaboración con todas las
personas implicadas en el proceso educativo. Esta tarea de asesoramiento y de colaboración
es esencial, sobre todo en estos momentos en los que debido a los cambios que
han tenido lugar en los últimos años en los sistemas educativos, es mayor la atención
que hay que prestar a la diversidad entre los alumnos dentro del aula, con
motivaciones, intereses y competencias muy dispares.
No es fácil decir cómo se deben
configurar los servicios de orientación, quienes los deben integrar y donde se
deben ubicar. Los modelos que adoptan los distintos países son muy variados. En
Dinamarca, Irlanda, Grecia y Portugal los servicios de orientación tienden a
estar dentro de los centros escolares. En Bélgica, Grecia e Italia están
situados fuera de la escuela. En los Países Bajos e Inglaterra tanto dentro
como fuera de las instituciones escolares. En España actualmente los servicios
de orientación que atienden a los alumnos de enseñanza primaria están fuera de
la escuela, y los centros de secundaria tienen cada uno su departamento en el
propio centro.
En
nuestro país, los Servicios de Orientación Educativa no llegan a implantarse de
una manera definitiva hasta 1977:
Servicios
de orientación Escolar y Vocacional (SOEV): para los alumnos de primaria, constituidos
como servicios de carácter provincial.
Equipos
multiprofesionales de Educación Especial: para atender solo a los alumnos con
necesidades educativas especiales.
Servicios
Pedagógicos Municipales.
En
los años noventa, con la promulgación de la LOGSE, se crean los Equipos de Orientación
Educativa y Psicopedagógica para la educación infantil y primaria que actúan
desde fuera del centro educativo y los Departamentos de Orientación para la educación
secundaria, que actúan desde su interior.
El equipo de orientación además de
atender a los alumnos debe extender su acción a todo el proceso educativo de un
Centro, esto implica la colaboración en la redacción del Proyecto Educativo y
de los Proyectos Curriculares y en el asesoramiento a los profesores para
facilitar el proceso de enseñanza–aprendizaje, la atención a la diversidad y la
prevención de problemas de aprendizajes la coordinación de la evaluación Psicopedagógica
de los alumnos. Aún no se ha llegado a una configuración estable de los
Servicios de Orientación.
Un problema es el de quienes deben
integrar los servicios de orientación. Las soluciones serán distintas si el
servicio actúa desde dentro o desde fuera del centro escolar. Nuestro punto de
vista es que deben estar ubicados e integrados en los centros, lo que no
excluye relaciones, intercambios y colaboraciones con otros servicios de orientación
partiendo pues de la perspectiva de que el servicio de orientación debe ser un
departamento integrado en el centro escolar.
MODELOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA pdf
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